Los pies son la puerta de entrada por la cual recibimos la energía de la Tierra, también son nuestra vía de descarga, nuestro sostén y nuestra raíz.
Ellos revelan nuestra actitud ante la vida, hablan no con palabras sino con otro idioma, mediante arrugas, la textura áspera o suave, rigidez o flexibilidad, manchas, temperatura...los pies son el reflejo del cuerpo, la mente, las emociones y son perfectamente decodificables para quien conoce el idioma...Ellos cuentan cómo la persona transitó por la vida, sus traumas, cómo está en el momento presente y cuál es su tendencia.
Podemos aprender mucho de nosotros mismos observando con atención nuestros pies.
Debemos saber también que si son estimulados de la manera adecuada pueden contribuir a la auto curación.
Nuestro sistema nervioso regula y coordina la comunicación de distintas funciones de nuestro organismo y permite la aparición de reacciones reflejas.
La reflexología utiliza este sistema como vehículo del estímulo, pero la transmisión de los mensajes no es exclusiva del sistema nervioso, el estímulo se realiza además por canales de circulación energética reconocidos por la medicina china - los meridianos energéticos- por donde viaja la energía - Chi- en un sistema similar al sanguíneo. Los hindúes también tienen sistemas similares imaginarios de circulación de energía - prana - y daban mucha importancia al contacto corporal y al masaje. Desde milenio oriente practicó la reflexología y acupuntura pero solo desde el siglo XX en occidente.
H.Head encontró zonas reflejas que podía usar para anestesiar. También a principios de siglo el Dr. Fitzgerald desarrolló la terapia de las Zonas reflejas dividiendo al cuerpo en 10 zonas dando así las bases de la reflexología, éstas resultan de trazar 10 líneas verticales imaginarias que tienen su correspondencia en los pies.
El Dr. Riley se interesó por estos trabajos y los transmitió a sus colaboradores, entre ellos, E. Ingham, quien escribió en 1938 el libro "La historia que los pies pueden contar" y consiguió atraer la atención mundial hacia la reflexología.
Los órganos del hemisferio derecho se reflejan en el pie derecho , los del izquierdo en el pie izquierdo y juntos conforman el reflejo de la persona entera. Así los órganos que se encuentran del lado izquierdo del cuerpo los localizamos en el pie izquierdo, los del derecho en el derecho y los órganos como el estómago se reflejan en ambos pies.La Reflexología se basa en el tratamiento de zonas reflejas y sostiene que todos nuestros sistemas, con los órganos involucrados en ellos, tienen en el pie un punto que los representa.
Al trabajar sobre ellos, se obtiene una respuesta corporal que tiene lugar en un área alejada. Todos los órganos tienen su zona refleja correspondiente en los pies, pudiéndose localizar ya sea en la zona plantar, dorsal o lateral, según del órgano que se trata.
Este efecto se produce ya que las vías o los canales nerviosos y energéticos conectan todas las partes de nuestro cuerpo y al trabajarlos de una manera específica, se estimula el trabajo de glándulas, órganos y músculos.
Las manipulaciones que se efectúan en los pies no ha de confundirse con un "masaje de pies", ya que sus estímulos crean una repercusión en todo el organismo, ayudando a mejorar su funciones.
Ciertos puntos de los pies reflejan tensiones, dolores, enfermedades o bloqueos relacionados con diversos órganos. Con el masaje o la presión de estos puntos, se dispersa la retención de la energía responsable del desequilibrio. A veces, se perciben pequeñas estructuras cristalinas bajo los dedos que indican la existencia de un trastorno a este nivel y constituyen una indicación terapéutica muy valiosa. Mediante la Reflexología, se actúa sobre el conjunto de los sistemas orgánicos, circulación sanguínea, sistema linfático, endocrino, neurológico y osteoarticular, a fin de tratar a distancia el órgano enfermo.
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